Cada día se liberan nuevas variaciones de troyanos bancarios y de cara a las fiestas de Navidad la proliferación es aún mayor. Los consumidores tienen que extremar las precauciones a la hora de realizar compras online y también vigilar sus operaciones en banca por Internet. Algunos consejos pueden ayudar a que las fiestas sean más seguros y contrarrestar el previsible aumento de los troyanos bancarios.

   El comercio electrónico y la banca online están estrechamente vinculados y no dejan de popularizarse entre los internautas. De cara a Navidad, esos servicios se vuelven aún más populares, lo que también es un reclamo nada deseable. Los ciberdelincuentes aprovechan estas fechas para multiplicar sus estafas y cada día liberan nuevos troyanos bancarios con el objetivo de conseguir los datos de acceso a cuentas bancarias y redirigir todo tipo de transacciones a sus propias cuentas corrientes.

Desde la compañía de seguridad G Data han emitido una alerta para concienciar a los usuarios sobre la necesidad de extremar las precaucionesen estas fechas. La compañía ha destacado que es fundamental disponer de una solución de seguridad que ofrezca una protección eficaz y en tiempo real frente a los troyanos bancarios.

   "Las soluciones de seguridad ofrecen una protección limitada cuando dependen de las tradicionales firmas de virus para detectar nuevas amenazas bancarias. Los usuarios necesitan soluciones y tecnologías proactivas que les permitan realizar sus transacciones bancarias con absoluta confianza", ha explicado el experto de seguridad Eddy Willems.

     Para empezar es imprescindible que los usuarios se aseguren de usar dos procesos de autentificación complementarios. De esta forma podrán incrementar la seguridad de las transacciones que realicen de dinero entre cuentas, haciendo que los riesgos sean inferiores.

   En segundo lugar, es fundamental que los usuarios no compartan datos bancarios ni información personal por correo electrónico. En este sentido, se recomienda desconfiar de formularios de tiendas desconocidas o que puedan generar sospechas entre los usuarios.

   La tercera recomendación es controlar el acceso a servicios de banca online a través de redes Wi-Fi públicas. Es importante limitar el acceso a estos servicios a conexiones seguras, que garanticen la privacidad de la información.

   En cuarto y último lugar, se recomienda escribir de forma manual la dirección de destino (URL) en el navegador web. De esta forma los usuarios se aseguran de que no habrá errores y de que la página que visitan es la que pretendían. Además, es muy importante desconfiar de enlaces en correos electrónicos, que pueden ser potenciales ataques de 'phishing'.

Fuente: EP